Simple, cinco años al aire y contando… cuando Catálogo para la Vida vio la luz era impensable qué pasaría, tenía muchas ideas, sueños, proyectos, imágenes a colores, sabores, sensaciones, hasta el día de hoy y pecando de ser demasiado apasionado siento mi espíritu vibrar cada vez que publicamos un nuevo número de esta revista. En aquella época era aún más difícil creer en el éxito de un proyecto completamente digital, el cual perdura, pero por supuesto hubo que hacer ajustes en el camino, empezar a imprimir, re direccionar las velas y dejar que el viento nos moviera a otros destinos que no contemplé en su momento, así que tocó imprimir, le dimos un fuerte empuje a las redes sociales, nuestro formato digital lo posicionamos hasta el punto de que hoy día nos ven millones de personas en más de 65 países en todo el mundo. Woooho! No tan simple como se oye, con muchos bemoles, los siguen hasta hoy, pero ese ha sido nuestro principal reto, cambiar la forma de hacer las cosas, romper el paradigma de que las revistas fracasan en Guatemala, romper las fronteras físicas y viajar por el triple doble uve -world wide web- y llegar hasta donde no imaginé y entonces empezar a imaginar que se puede llegar más lejos. Puedo decir que lo hemos hecho bien, el equipo de trabajo a mí lado es la esencia de esto, cada letra, cada imagen, cada diseño, con el tiempo somos más, y seremos más, aún estamos lejos de la distancia que seguro alcanzaremos, apenas y saboreamos el gusto del primer lustro, gusto que sabe mejor cada cuando logramos romper un nuevo paradigma y movemos algo o alguien. Simple como darle play a la música, acompañarlo con un buen café y crear una nueva edición, simple como debería ser la vida misma, simple como avanzar hacia donde la vida nos lleve. Simplemente extraordinario! Simple, cinco años al aire y contando… cuando Catálogo para la Vida vio la luz era impensable qué pasaría, tenía muchas ideas, sueños, proyectos, imágenes a colores, sabores, sensaciones, hasta el día de hoy y pecando de ser demasiado apasionado siento mi espíritu vibrar cada vez que publicamos un nuevo número de esta revista. En aquella época era aún más difícil creer en el éxito de un proyecto completamente digital, el cual perdura, pero por supuesto hubo que hacer ajustes en el camino, empezar a imprimir, re direccionar las velas y dejar que el viento nos moviera a otros destinos que no contemplé en su momento, así que tocó imprimir, le dimos un fuerte empuje a las redes sociales, nuestro formato digital lo posicionamos hasta el punto de que hoy día nos ven millones de personas en más de 65 países en todo el mundo. Woooho! No tan simple como se oye, con muchos bemoles, los siguen hasta hoy, pero ese ha sido nuestro principal reto, cambiar la forma de hacer las cosas, romper el paradigma de que las revistas fracasan en Guatemala, romper las fronteras físicas y viajar por el triple doble uve -world wide web- y llegar hasta donde no imaginé y entonces empezar a imaginar que se puede llegar más lejos. Puedo decir que lo hemos hecho bien, el equipo de trabajo a mí lado es la esencia de esto, cada letra, cada imagen, cada diseño, con el tiempo somos más, y seremos más, aún estamos lejos de la distancia que seguro alcanzaremos, apenas y saboreamos el gusto del primer lustro, gusto que sabe mejor cada cuando logramos romper un nuevo paradigma y movemos algo o alguien. Simple como darle play a la música, acompañarlo con un buen café y crear una nueva edición, simple como debería ser la vida misma, simple como avanzar hacia donde la vida nos lleve.
Simplemente extraordinario!