Vale la pena vivir… por la risa, las bromas, los cariños, los amigos, la familia, probar cosas nuevas, comer, sentir olores, para hacer locuras cuando se te da la gana, para poder tener sentimientos o para vivir estresados (MO)… vale la pena vivir por cada una de las experiencias de las que esta llena la vida, ya sea la monocromática experiencia de los extremos o la infinita diversidad de los colores, las mezclas, los matices, lo nuevo y lo no tan nuevo.
La vida es como una paleta de colores, vivimos en color, nos distinguimos en color, el color de la piel, de las ideas, del sexo, de la edad, de la temporada, el que nos fabricamos a nosotros mismos, el color del cielo en las estaciones, amamos en color.
Verdes, Rojos, Azules, Anaranjados, Amarillos, etcétera, podemos colorear la vida a nuestro antojo, la intensidad y la pasión con que vivimos y la valoración propia de nuestra vida se nos da dependiendo del lente con el que decidamos ver.
Vale la pena vivir…a colores!