Relax

Al pedalazo

Edición 01

Carlos Carrera .

Me sienta bien la idea de movilizarme en bicicleta y pedalear. Es un placer que en ciudades como la nuestra se pueden dar de a poco o nada; sin embargo, hacerlo representa un goce que no puede excusarse en nada.

Poner el cuerpo en movimiento es una prioridad, salir del modus operandi en el que muchos sacrificamos nuestro cuerpo en el día a día, sentados frente a un computador y sólo le trasladamos hacia el sofá para ejercitar nuestro dedo pulgar con el control a distancia de la televisión no debería seguir siendo la mejor opción, más cuando podemos disfrutar de un buen colazo en cicle.

En ciudades como la nuestra existen opciones, sobre todo los fines de semana donde podemos aprovechar para desempolvar la bicicleta vieja, aceitarla un poco y ponenernos en marcha y, si acaso no la tuviera, existen sitios donde puede alquilar por hora y disfrutar el paseo. Todo es cuestión de ponerle llantas al asunto y pedalear. Lo mejor de todo es que ¡el límite de velocidad no existe!

Muchas ciudades en el mundo donde la bicicleta no es el medio de transporte habitual cuentan con ciclovías. Muchos parques, áreas verdes y ciudades turísticas también favorecen a las personas que andan en bicicleta. Es entonces de aprovechar el paseo y al mismo tiempo disfrutar el paisaje, la naturaleza, la ciudad colonial, el pueblo. Esta combinación entre nuestro medio de transporte, nuestro destino y lo que nos rodean hace de cualquier viaje, algo diferente.

Véalo de esta forma, la birula, bicla o cicle, es el medio para que pueda empezar a llevar un ritmo de vida más relajado. Una buena pedaleada le reducirá grandes cantidades de estrés acumulado. Tómese un tiempo para salir a birulear, como cuando era niño o niña, y uno pedaleaba con todas las ganas del mundo… cuando hacia “guanaquitas”, saltaba túmulos, hacía caballitos,  carreritas, cuando la pandilla del barrio era “motorizada”, cuando no importaba si tener una Californiana o una BMX, era cool o no. Sino, simplemente pasarla bien y disfrutar el colazo, cuando el fin es el mismo… todos somos iguales.

Cuando si había que hacer tareas, mandados, recoger el cuarto o visitar a la abuelita, lo mejor era hacerlo al pedalazo para regresar a tiempo y disfrutar sobre dos ruedas.

Lo importante siempre ha sido divertirse. Si no, ¿que sentido tiene la vida?